jueves, 27 de octubre de 2011

Ruinas

Recordé a lo que se parecía la sensación de estar juntos pero infelices, era como una ruina, un lugar abandonado con historia, esos lugares que parecen un corazón roto que no quieres soltar por tan sólo contener momentos antiguos donde seguramente todo era especial.
Todos queremos que las cosas sigan igual, conformarse con vivir infelices, por miedo al cambio, a un derrumbe, entonces miré esa ruina, miré ese lugar, todo el caos que había sufrido, como fue adaptado, quemado, cambiado y reconstruido, entonces me sentí reconfortada. Quizá mi vida no ha sido tan caótica, el mundo lo es y la trampa es encariñarse con una parte de él. La ruina es un regalo, la ruina es el camino a la transformación, al cambio. Esto me mostró que hay que estar preparada para el cambio. Los dos nos merecíamos algo mejor que seguir juntos, porque tendríamos sólo destrucción si continuábamos.

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